Tortilla de patatas con calabacín y cebolla es una variante nutritiva y deliciosa del clásico plato español. Al incorporar calabacín, este plato ofrece una textura suave y un sabor dulce que complementa perfectamente los sabores tradicionales del huevo y la patata. Es una opción ideal para cualquier comida del día, desde desayunos hasta cenas ligeras.
Tortilla de patatas con calabacín y cebolla
Mezcla la herencia culinaria de España con el deseo de incorporar más vegetales en la dieta. Su origen, aunque no documentado de manera específica, sigue la evolución de la cocina casera española hacia opciones más saludables y variadas. Este plato refleja la adaptabilidad de la cocina española, capaz de fusionar ingredientes clásicos con innovaciones contemporáneas, manteniendo la esencia de la tortilla tradicional mientras se enriquece con la textura y el sabor del calabacín.
Instrucciones para la tortillas española de calabacín
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Preparación de los Ingredientes
En una sartén grande, calentar el aceite de oliva y sofreír las patatas y el calabacín hasta que estén blandos. Añadir la cebolla y cocinar hasta que esté transparente. Sazonar con sal y pimienta al gusto.
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Batir los Huevos
En un bol grande, batir los huevos y luego incorporar las patatas, el calabacín y la cebolla cocidos. Mezclar bien.
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Cocinar la Tortilla
En la misma sartén, añadir la mezcla de huevo y cocinar a fuego medio-bajo. Cuando empiece a cuajarse, usar una espátula para darle forma a los bordes. Cocinar hasta que la base esté dorada, luego dar la vuelta con la ayuda de un plato y cocinar el otro lado.
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Servir
Servir caliente o a temperatura ambiente, acompañada de una ensalada fresca.
Note
Para elaborar la Tortilla Española con Calabacín, integra ingredientes tradicionales de la cocina española con el toque nutritivo del calabacín. Este plato, rico en sabor y fácil de preparar, combina la textura suave del calabacín con el corazón reconfortante de la patata y el huevo, haciendo de cada bocado una experiencia deliciosa. Ideal para cualquier momento del día, representa una opción saludable y versátil que se adapta tanto a desayunos como a cenas. Recuerda, la clave está en la calidad de los ingredientes y el punto justo de cocción para conseguir esa textura perfecta.
